El día que la roca cayó sobre Terra Tercia fue el comienzo del fin. El impacto abrió una brecha que los dioses del Caos aprovecharon para invadir un planeta inconsciente y devastarlo. Los enanos se extinguieron, los elfos se convirtieron en esclavos sexuales y el hombre construyó un imperio de títeres e idiotas alimentado por su arrogancia.
Carlos, Bruno y Esteban ven pasar los días aburridos y ociosos porque en su mundo no pasa nada, más o menos.... Carlos, Bruno y Esteban son todopoderosos. Y malvados. Nadie escapa a su control y el que lo intenta, muere. Todo cambiará el día que Víctor y Álex, dos marginados hartos de esta tiranía, usen su inteligencia para hacer que pase algo y acabar de una vez por todas con el imperio de terror de los supervillanos. Lo que Víctor y Álex no saben es que todo se rige bajo las normas de un terrible secreto que, muy a su pesar, puede poner en jaque todo su plan maestro.
Las mujeres se preparan para colonizar las estrellas. ¿Y los hombres? Los hombres cayeron hace siglos víctimas de una enfermedad contagiosa que los convirtió en monstruos sedientos de sangre. Ahora, a punto de culminar el proceso de éxodo, la Semilla, uno de los bienes más preciados de esta nueva civilización femenina, se ve comprometida, lo que obliga a Etiopía y sus Gorgonas, el brazo armado de élite del Concilio de Madres, a introducirse en el páramo controlado por los monstruos que la plaga convirtió en mutombres en una misión de recuperación que lo cambiará todo.
Teólogo, médico y filósofo, sentenciado a muerte in absentia y quemado en efigie por la iglesia católica y, finalmente, condenado y quemado por hereje por la iglesia calvinista. Miguel Servet Conesa. Villanueva de Sigena (Aragón), 1511 – Ginebra, 1553. Personaje controvertido, genial e imprescindible, su lucha contra la corrupción eclesial y la búsqueda teológica de la verdad enfrentándose a la doctrina establecida marcaron su vida de forma decisiva. Aunque pasará a la historia por un descubrimiento médico revolucionario, la circulación pulmonar de la sangre, es su obra teológica y filosófica la que tiene más calado y la que, a la postre, le condenó a muerte por oponerse tanto a católicos como a protestantes. Médico, teólogo y filósofo, Servet es una figura clave para entender el pensamiento del siglo XVI, además de acabar convirtiéndose en un icono del pensamiento libre. Un hombre que fue capaz de llevar sus teorías a las últimas consecuencias y de morir en la hoguera por defender la libertad de ideas y por condenar la corrupción de las cúpulas eclesiales de diversas religiones.